Sin ser candidata, Francia busca hacer un gran papel en Brasil. |
El equipo dirigido por Didier Deschamps (uno de los emblemas de la Francia campeona del mundo en 1998) busca eliminar aquella mala imagen que ha dejado en Sudáfrica 2010 al quedar eliminado en primera ronda, además de los numerosos conflictos de vestuario entre los jugadores y el ex entrenador Raymond Domenech, que le ha costado la cabeza a más de uno en el equipo galo.
Francia comenzó a derrapar a partir de la eliminación en primera ronda en Corea-Japón 2002, aunque luego levantó con el subcampeonato en Alemania 2006, en la recordada final ante Italia que marcó la expulsión y retiro de Zidane. En Sudáfrica 2010 no conoció la victoria y se fue antes de tiempo, al igual que en la Euro 2008. Recién en la Euro 2012 mostró algunos signos de mejoría aunque quedó afuera en cuartos frente al bicampeón España.
Superado este inconveniente al igual que su angustiante clasificación para Brasil 2014, ahora Francia tiene el camino libre para escribir una nueva página a su rica historia en los mundiales, con una selección de grandes figuras y muchas promesas que en el futuro podrían ingresar a la galería de los grandes ídolos como Just Fontaine, Raymond Copa, Michel Platini y del extraordinario Zizou, quien llevó a los galos, anfitriones de la Copa, a su primer y único título en 1998.
Frank Ribery, la gran estrella de la selección de Francia. |
Además, entre las figuras se destacan los consagrados Erik Abidal (Mónaco) y Patrice Evra (Manchester United) como laterales, cuenta con el olfato goleador de Karim Benzema (Real Madrid) y Oliver Giroud (Arsenal), y, por supuesto, con todo el talento que despliega Franck Ribery, candidato al Balón de Oro 2013 por sus cinco títulos con el Bayern Munich.
En resumen, Francia tiene importantes talentos individuales y podría ser un equipo interesante en Brasil si es que consigue jugar en función de equipo y hacerse fuerte en cada partido.
Los blues intentarán volver a los primeros planos. |
Primero hay que sufrir para después gozar, y así parece que lo ha mostrado el sorteo del Mundial. La FIFA determinó que Francia, que en principio estaba en el copón 3, pasara al bombo de todos los europeos hasta que finalmente cayera en el Grupo E junto con Suiza (inesperado cabeza de serie), Ecuador y Honduras, a las claras, rivales de menor calibre que las grandes potencias.
El equipo galo debutará el 15 de junio frente a Honduras, en Porto Alegre, y cinco días más tarde se trasladará a la ciudad de Salvador para enfrentarse con el seleccionado helvético, para luego cerrar el grupo frente a los ecuatorianos, el día 25 en el Maracaná.
Francia tiene todas las fichas para quedar primero en el grupo y en tal caso jugaría con el segundo del Grupo F (Argentina, Bosnia, Nigeria e Irán). Si la lógica no falla, los franceses jugarán los octavos el 30 de junio en Brasilia con el segundo del Grupo F, y de esta manera evitaría un posible encuentro ante el conjunto albiceleste.
Siempre siguiendo la previsibilidad de los pronósticos, los blues podrían enfrentar en cuartos a Alemania y en caso de vencer a los germanos podría medirse con Brasil en semifinales, cuyos antecedentes frente a ambas potencias es más que favorable.
Francia no es candidata pero tiene tradición mundialista, posee grandes figuras, sangre nueva y un fixture a favor para crecer en cada partido y hacer un gran torneo. Para eso, Deschamps deberá hacer un gran trabajo en el equipo para lograr la puesta a punto y poner al país de nuevo en los primeros planos del fútbol mundial, como marca su historia.
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