jueves, 23 de enero de 2014

EE.UU. cambia soccer por fútbol en el Mundial

Estados Unidos jugará su 7mo Mundial en Brasil 2014.
Estados Unidos está creciendo lentamente gracias al trabajo de Jürgen Klinsmann. El equipo dirigido por el entrenador alemán (campeón del mundo y una de las figuras en Italia 1990) no ha sufrido sobresaltos en las eliminatorias de la CONCACF para volver a disputar un Mundial, aunque en Brasil 2014 tendrá un grupo muy complicado con Alemania como gran favorito y Portugal como candidato para la segunda plaza, más la amenaza que puede resultar la selección de Ghana.

Será la séptima Copa del Mundo consecutiva que tendrá EE.UU sobre diez disputadas, aunque su performance ha quedado muy lejos de aquel considerable tercer puesto que logró en el primer Mundial en Uruguay 1930. Su mejor actuación en la nueva era fue el octavo puesto que consiguió en Corea-Japón 2002 luego de haber perdido en cuartos de final frente a los germanos (finalistas) por la mínima diferencia. También llegó a octavos en 1994, cuando fue el organizador, y en Sudáfrica 2010. Su ausencia se repitió durante 9 mundiales al hilo: 1954, 1958, 1962, 1966, 1970, 1974, 1978, 1982 y 1986.

Luego de un tropiezo en el primer partido frente a Honduras (2-1), apareció la mano de Klinsmann como entrenador para formar un plantel unido dentro y fuera de la cancha, conformado por algunos veteranos y potenciado por los nuevos valores que fueron adquiriendo un destacado nivel en su selección con el correr de los partidos.

EE.UU se hizo fuerte en cada encuentro y por tercera vez consecutiva finalizó en el primer puesto del hexagonal final, a cuatro puntos de Costa Rica, su inmediato perseguidor, y tampoco fue egoísta en darle una mano a México, su eterno rival, para clasificar. En total, ganó 7 sobre 10 partidos y solamente perdió uno. Convirtió 15 goles y le señalaron 8.

De esta manera, EE.UU. Finalizó una campaña repleta de récords en 2013, con la mayor cantidad de victorias (16) y el mejor porcentaje ganador (0,761) en la historia de esta selección.

Cliny Dempsey, una de las figuras de los EE.UU en ataque.
LAS FIGURAS

La presencia del ex delantero y goleador Jurgen Klinsmann es vital para el actual funcionamiento del equipo. Tras el fracaso que ha tenido como entrenador en Alemania 2006 donde los locales perdieron en semifinales frente al campeón Italia (2-0), el DT germano cambió de horizonte para forjar su carrera como entrenador. Estados Unidos le abrió las puertas y el técnico lo aprovechó al máximo para tomar experiencia y añadir el ADN alemán: convertir a EE.UU en una selección fuerte en cuanto a lo anímico, con mentalidad ganadora, y así pelearle mano a mano a cualquier potencia.

Jozy Altidore (Sunderlan)y Clint Dempsey (Seattle Sounders) forman una interesante dupla en ataque. El veterano Landon Donovan (Los Angeles Galaxy) aporta toda su experiencia ahora desde su función de volante creativo mientras que Michael Bradley marca el ritmo en cuanto al quite, presión y distribución desde el mediocampo. La defensa cuenta con el mexicano-estadounidense Michael Orozco (Puebla) mientras que el arco está bien custodiado por Tim Howard, de relativa trayectoria y protagonismo bajo los tres palos en el Everton, de la Premier League de Inglaterra.

Klinsmann dirigirá su 2do Mundial, ahora como DT de EE.UU.
CADA PARTIDO, UNA FINAL 

Acostumbrado al hexagonal final de la CONCACAF, Estados Unidos es consciente que cada encuentro del Grupo G es considerado como si fuese una final.

Su debut será el 16 de junio frente a Ghana, en Natal, y luego vendrá lo “peor”: Portugal (22 de junio en Manaos) y la frutilla del postre, Alemania (el 26 de junio en Recife).

Estados Unidos tiene la esperanza de ser el “tercero en discordia” entre los alemanes y portugueses en la lucha por lograr una de las dos plazas que hay en disputa para pasar a la segunda ronda. En caso de conseguirlo, jugará los octavos de final frene al primero o segundo del grupo H (Bélgica, Rusia, Argelia, República de Corea) el 30 de junio en Porto Alegre o el 1 de julio en Salvador.

Desde hace tiempo que Estados Unidos es la mayor potencia en la CONCACAF pero bien distinto ha sido su producción en las últimas siete Copas del Mundo. Ahora, de la mano de Klinsmann, comienza a entender que no es lo mismo hablar de soccer que jugar al fútbol en un Mundial.

Nota creada y publicada por @maxikron





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