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| La Copa del Mundo, el trofeo más lindo de todos. |
De acuerdo a lo establecido al inicio del primer Mundial, la Jules Rimet era el trofeo más anhelado por todos y aquel país que ganaba tres mundiales se quedaba para siempre con la Copa.
Finalmente, Brasil se quedó con la Copa Jules Rimet al obtener los Mundiales de 1958, 1962 y 1970. Entonces, la FIFA puso en disputa una nueva Copa pero cambió las reglas de juego.
Desde el Mundial de Alemania 1974, los nuevos campeones del mundo se quedarían con la copa pero deberán devolverla en la próxima competencia.
Para seleccionar la “nueva Copa”, la FIFA recibió 53 diseños realizados por expertos de siete países y, finalmente, se optó por elegir la obra del artista italiano Silvio Gazzaniga.
Una vez seleccionada, Gazzaniga había indicado su obra maestra de la siguiente manera: "las líneas brotan de la base, suben en espirales y se estiran para recibir al mundo. Desde las singulares tensiones dinámicas del cuerpo compacto de la escultura surgen las figuras de dos atletas en el emocionante momento de la victoria".
Así nació la nueva Copa que hoy cumple 40 años. Sin dudas, la Copa (que no lleva nombre alguno) es la más linda de todos los trofeos, la que todo el mundo quisiera levantarla, sacarse una foto, tenerla en su país y por qué no, soñar con tenerla en la vitrina de la casa.
El trofeo mide 36,8 centímetros, está hecho de oro macizo de 18 kilates y pesa 6,175 gramos. La base contiene dos anillos de malaquita semi-preciosa, mientras que en su parte inferior están inscriptos los nombres de los campeones del mundo desde 1974. Al parecer, habría espacio para seguir poniendo los nombres hasta el Mundial de 2038. Habrá que ver esta copa seguirá vigente para ese momento o si finalmente el Mundial tendrá una nueva y tercera Copa.
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